ELVIRA GASCON PÉREZ
Se exiliaba tras la derrota a la ciudad de México, donde vivía
hasta su muerte, en noviembre de 2000. En México contraía matrimonio con el
arquitecto, también exiliado, Roberto Fernández Balbuena, a quien había conocido
gracias a su trabajo en la Junta de Incautación. Entraba en contacto con el círculo de
intelectuales en el exilio, en cuyas tertulias participaba con asiduidad.
Proseguía su trabajo como pintora, aunque se daba a conocer en los círculos
artísticos mexicanos como ilustradora. Como tal, trabajó como ilustradora en el
Fondo de Cultura Económica y en revistas de gran prestigio como El Nacional y
Novedades. Fue la ilustradora de cabecera de escritores de gran prestigio, entre
los cuales Alfonso Reyes. Trabajadora incansable, ilustró a lo largo de su vida
más de ciento cincuenta libros. Plasmaba también su peculiar estilo, definido
como “helenismo picassiano” en murales de grandes dimensiones en diversos
edificios públicos. Sus pinturas fueron definidas por sus contemporáneos como
“maravillosos poemas gráficos”.
En 1955 le dedicaba una exposición la galería El Cuchitril. Dos
años después exponía en las jornadas de Arte Religioso y en 1960 en el I
Festival Mexicano de Artes Plásticas. En
1977 el Palacio de Bellas Artes dedicaba una retrospectiva a su obra. Dentro de
la misma, son de especial relieve Epifanía, en la Iglesia de la Medalla
Milagrosa, y San José de la Virgen, en el Convento de los Padres Josefinos.
Su labor en el campo del asociacionismo dentro de los transterrados
la llevó a cabo en la UME, Unión de Mujeres Españolas en México. La UME nacía en
1945 de la unión del Grupo Femenino Español Mariana Pineda y las Mujeres
Antifascistas Españolas. Su órgano central era la UME central, dirigida en París
por Dolores Ibárruri y con la revista Mujeres Antifascistas Españolas como
órgano de expresión. Daba cobijo en su seno a un reseñable grupo de
intelectuales exiliadas, como Isabel de Palencia, María Pérez Enciso o la propia Elvira Gascón. Sus actividades se
centraron en campañas para lograr la solidaridad internacional y la ayuda a los
exiliados en Francia. La UME lograba reunir hasta 500 afiliadas, si bien su
estrecha cercanía con el PCE le fue restando apoyos paulatinamente entre los
transterrados mexicanos.
Al contrario que muchos de sus contemporáneos, vivía su paso al
exilio como un “transplante” exento de traumas: “No hubo cambio de ambiente;
para mi es una ampliación de la patria. Lo mismo que cuando voy a España la
siento una ampliación de México, o sea yo no tengo fronteras, soy del planeta
Tierra. Una frontera a implica diferencias, y con las diferencias vienen
aparejadas las comparaciones, decir cuál es mejor. Por eso, para mí
espiritualmente no hay fronteras, sigo trabajando como trabajaría en España;
allí pintaría, aquí pinto, allí me molestarían las mismas cosas que aquí”
Falleció el año 2000 en México D.F.
Fuentes:
HERNáNDEZ DE LEON-PORTILLA, Ascensión, España desde México. Vida y testimonio de
transterrados, Madrid, Algaba, 2004.
RAMÍREZ SÁNCHEZ, Mauricio César. “Elvira Gascón: Las líneas
trasladadas a los muros”, en Crónicas
nº14. UNAM
VVAA, El exilio español en
Mexico. 1939 – 1982, México, FCE, 1982.
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