ABELARDO IGLESIAS SAAVEDRA
La biografía de Abelardo
Iglesias Saavedra es una aventura que parece imposible de abarcar. Sabemos que
nació en la isla de Cuba en los primeros años del siglo XX, hijo de una familia
de emigrantes españoles de ideología libertaria, entre los que destacaban Jesús
Iglesias y, sobre todo, Abelardo Saavedra que fue farmacéutico, escritor y
maestro racionalista, además de destacado militante anarquista en España y
América.
En 1924, siendo poco más que un
niño, retornó con su familia a la Península y se establecieron en Barcelona. Diez
años después formó parte de un grupo de afinidad de la FAI junto a sus amigos Ricardo
Mestre y Jacinto Toryho, y cuando en 1937 éste último desplazó a Liberto
Callejas como director del diario Solidaridad
Obrera de Barcelona, Abelardo Iglesias fue nombrado su jefe de redacción.
Acabada la Guerra Civil, volvió
a la isla de Cuba, donde ya estaba en junio de 1940 formando parte de la
primera directiva de la Asociación Cultural de Excombatientes Antifascistas, nutrida
por voluntarios cubanos al servicio de la República. En febrero de 1951, junto
a otros exiliados anarquistas hispanos, fundaba la Asociación de Excombatientes
Libres y Antitotalitarios, una agrupación que, evidentemente, rompía con el
espíritu unitario de la primera.
Al poco tiempo abandonaba Cuba
para instalarse en México. En mayo de 1942 le encontramos formando parte de la
Delegación General de la CNT de España en el país azteca que encabezaba
Progreso Alfarache, y en el mes de enero de 1945 veía la luz en el Distrito
Federal la revista Estudios Sociales,
que dirigía José Viadiú y en la que Abelardo Iglesias era secretario de
redacción. La revista mensual, de gran calidad y con un centenar de páginas,
era parte de un proyecto más ambicioso que se acompañaba de una Biblioteca de
Estudios Sociales que sólo en 1945 editó una treintena de libros.
El grupo que se articuló en
torno a Estudios Sociales mantenía
una posición intermedia entre los incondicionales de la colaboración política, congregados
en el grupo Ponencia de García Oliver, y los enemigos de toda forma de
participación en las instituciones del exilio, que se veían representados en el
equipo editor de Tierra y Libertad. Aunque
en 1946 le encontramos dirigiendo otra publicación anarquista con el nombre de Acción y en 1947 sostuvo públicamente la
estrategia colaboracionista de la CNT del interior, en 1948 abandonó el
ambiente enrarecido del exilio mexicano y volvió a Cuba.
En febrero de 1950 salió a la
calle el primer número de la revista mensual cubana Estudios, evidentemente inspirada por la publicación homónima de
México, de orientación anarquista pero ecléctica en su lista de colaboradores y
que ofrecía más información del ámbito cultural que del movimiento libertario;
la dirigía Marcelo Salinas y completaban su consejo de redacción Luis Dulzaides
y Abelardo Iglesias.
Su nueva etapa en la isla
caribeña estuvo marcada por el golpe de Estado de Fulgencio Batista el 10 de
marzo de 1952. Los anarquistas cubanos se opusieron frontalmente al nuevo
régimen dictatorial, bien a través de las organizaciones sindicales que
orientaban o bien en la guerrilla; muchos militantes libertarios fueron
detenidos y torturados, como el propio Abelardo Iglesias, y otros murieron
víctimas de la represión.
Pero la victoria de la
revolución y el derrocamiento de la dictadura de Fulgencio Batista no
anestesiaron el espíritu libertario de los anarquistas cubanos; Abelardo
Iglesias comparó la Marcha sobre La Habana de Fidel Castro, concluida el 8 de
enero de 1959, con la Marcha sobre Roma de Benito Mussolini: el enfrentamiento
era inevitable. En junio de 1960 se hizo pública una Declaración de Principios
de la Agrupación Sindicalista Libertaria, en cuya redacción intervino Iglesias,
que rompía con el nuevo régimen castrista: “Las viejas clases
reaccionarias que se baten desesperadamente por reconquistar sus abolidos
privilegios nos tienen enfrente; las nuevas clases opresoras y explotadoras que
apuntan ya en el horizonte revolucionario también”.
Una vez más, en 1961 Abelardo
Iglesias tomaba el camino del exilio, en esta última ocasión hacia los Estados
Unidos. En el verano de ese año se constituyeron los dos núcleos fundacionales
del anarquismo cubano exiliado: el de Nueva York, con afiliados del ilegalizado
Sindicato Gastronómico, y el de Miami, con Abelardo Iglesias entre sus primeros
promotores. Su trabajo en la Editorial América y su indeclinable compromiso
militante, expresado en su colaboración con la revista Guangara libertaria, consumieron sus últimos años. Fruto de su
experiencia, escribió Revolución y
Dictadura en Cuba, editado en 1963 por el sello anarquista Reconstruir de
Buenos Aires. Falleció en el exilio, lejos de España y de Cuba.
Fuentes:
CNT. Elementos para la comprensión correcta de 40 años de exilio confederal
y libertario. Paris. CNT en Francia. 1978.
CUADRIELLO, Jorge Domingo. El exilio republicano español en Cuba.
Madrid. Siglo XXI de España. 2009.
FERNÁNDEZ, Frank. El anarquismo en Cuba. Madrid. FAL,
2000.
JPC
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