20 sept 2012

Iglesias Saavedra, Abelardo


ABELARDO IGLESIAS SAAVEDRA

 

La biografía de Abelardo Iglesias Saavedra es una aventura que parece imposible de abarcar. Sabemos que nació en la isla de Cuba en los primeros años del siglo XX, hijo de una familia de emigrantes españoles de ideología libertaria, entre los que destacaban Jesús Iglesias y, sobre todo, Abelardo Saavedra que fue farmacéutico, escritor y maestro racionalista, además de destacado militante anarquista en España y América.

En 1924, siendo poco más que un niño, retornó con su familia a la Península y se establecieron en Barcelona. Diez años después formó parte de un grupo de afinidad de la FAI junto a sus amigos Ricardo Mestre y Jacinto Toryho, y cuando en 1937 éste último desplazó a Liberto Callejas como director del diario Solidaridad Obrera de Barcelona, Abelardo Iglesias fue nombrado su jefe de redacción.

Acabada la Guerra Civil, volvió a la isla de Cuba, donde ya estaba en junio de 1940 formando parte de la primera directiva de la Asociación Cultural de Excombatientes Antifascistas, nutrida por voluntarios cubanos al servicio de la República. En febrero de 1951, junto a otros exiliados anarquistas hispanos, fundaba la Asociación de Excombatientes Libres y Antitotalitarios, una agrupación que, evidentemente, rompía con el espíritu unitario de la primera.

Al poco tiempo abandonaba Cuba para instalarse en México. En mayo de 1942 le encontramos formando parte de la Delegación General de la CNT de España en el país azteca que encabezaba Progreso Alfarache, y en el mes de enero de 1945 veía la luz en el Distrito Federal la revista Estudios Sociales, que dirigía José Viadiú y en la que Abelardo Iglesias era secretario de redacción. La revista mensual, de gran calidad y con un centenar de páginas, era parte de un proyecto más ambicioso que se acompañaba de una Biblioteca de Estudios Sociales que sólo en 1945 editó una treintena de libros.

El grupo que se articuló en torno a Estudios Sociales mantenía una posición intermedia entre los incondicionales de la colaboración política, congregados en el grupo Ponencia de García Oliver, y los enemigos de toda forma de participación en las instituciones del exilio, que se veían representados en el equipo editor de Tierra y Libertad. Aunque en 1946 le encontramos dirigiendo otra publicación anarquista con el nombre de Acción y en 1947 sostuvo públicamente la estrategia colaboracionista de la CNT del interior, en 1948 abandonó el ambiente enrarecido del exilio mexicano y volvió a Cuba.

En febrero de 1950 salió a la calle el primer número de la revista mensual cubana Estudios, evidentemente inspirada por la publicación homónima de México, de orientación anarquista pero ecléctica en su lista de colaboradores y que ofrecía más información del ámbito cultural que del movimiento libertario; la dirigía Marcelo Salinas y completaban su consejo de redacción Luis Dulzaides y Abelardo Iglesias.

Su nueva etapa en la isla caribeña estuvo marcada por el golpe de Estado de Fulgencio Batista el 10 de marzo de 1952. Los anarquistas cubanos se opusieron frontalmente al nuevo régimen dictatorial, bien a través de las organizaciones sindicales que orientaban o bien en la guerrilla; muchos militantes libertarios fueron detenidos y torturados, como el propio Abelardo Iglesias, y otros murieron víctimas de la represión.

Pero la victoria de la revolución y el derrocamiento de la dictadura de Fulgencio Batista no anestesiaron el espíritu libertario de los anarquistas cubanos; Abelardo Iglesias comparó la Marcha sobre La Habana de Fidel Castro, concluida el 8 de enero de 1959, con la Marcha sobre Roma de Benito Mussolini: el enfrentamiento era inevitable. En junio de 1960 se hizo pública una Declaración de Principios de la Agrupación Sindicalista Libertaria, en cuya redacción intervino Iglesias, que rompía con el nuevo régimen castrista: “Las viejas clases reaccionarias que se baten desesperadamente por reconquistar sus abolidos privilegios nos tienen enfrente; las nuevas clases opresoras y explotadoras que apuntan ya en el horizonte revolucionario también”.

Una vez más, en 1961 Abelardo Iglesias tomaba el camino del exilio, en esta última ocasión hacia los Estados Unidos. En el verano de ese año se constituyeron los dos núcleos fundacionales del anarquismo cubano exiliado: el de Nueva York, con afiliados del ilegalizado Sindicato Gastronómico, y el de Miami, con Abelardo Iglesias entre sus primeros promotores. Su trabajo en la Editorial América y su indeclinable compromiso militante, expresado en su colaboración con la revista Guangara libertaria, consumieron sus últimos años. Fruto de su experiencia, escribió Revolución y Dictadura en Cuba, editado en 1963 por el sello anarquista Reconstruir de Buenos Aires. Falleció en el exilio, lejos de España y de Cuba.

 

Fuentes:

CNT. Elementos para la comprensión correcta de 40 años de exilio confederal y libertario. Paris. CNT en Francia. 1978.

CUADRIELLO, Jorge Domingo. El exilio republicano español en Cuba. Madrid. Siglo XXI de España. 2009.

FERNÁNDEZ, Frank. El anarquismo en Cuba. Madrid. FAL, 2000.

JPC

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