JOSÉ LOREDO APARICIO
Nacido en Sama de Langreo (Asturias) el 21 de mayo de 1898. Comenzó su actividad política en las Juventudes
Reformistas, pasando después a militar en las Juventudes Socialistas de las que
en 1920 presidía su Comité Regional. Afiliado al PSOE en Gijón. Iniciado en la
masonería en 1919 con el nombre simbólico de «Sama», perteneció a la logia
«Jovellanos» de Gijón. Representó a la Agrupación Socialista de Figaredo en el
Congreso Extraordinario del PSOE en 1920 y fue elegido delegado, junto a
Isidoro Acevedo, para representar a la Federación Socialista Asturiana en el
Congreso Extraordinario del PSOE de abril de 1921, pero no asistió al mismo por
casarse esos días en Covadonga, siendo sustituido por el delegado suplente
Lázaro García Suárez. Loredo había ejercido de abogado del Sindicato
Minero de UGT, derivando hacia la izquierda trotskista en los años veinte, para
volver al PSOE poco antes del comienzo de la guerra. Después de participar en
la fundación del PCE, militar en la Izquierda Comunista
y publicar varias colaboraciones en la revista Octubre, fue encarcelado y deportado a finales de 1927 durante la
dictadura de Primo de Rivera. En 1923 viajó a la URSS , publicando sus
impresiones en el diario El Noroeste.
El viaje lo realizó como delegado del PCE al Congreso de la Internacional
Sindical Roja. Fue expulsado del PCE en 1926 siendo abogado de la CNT, habiendo
defendido el entrismo comunista en el sindicato anarcosindicalista. Participó
activamente en la revolución de 1934 en Asturias, desde su militancia en la
Izquierda Comunista, exiliándose en Francia y Bélgica. A lo largo de la Segunda
República, participó en numerosos mítines en el Ateneo Obrero de Gijón con
conferencias tituladas: “Asturias en la Revolución española”, “El porvenir de
la República”, “Defensa de la Revolución de Octubre” (Lectura de una
conferencia de Trotsky en Copenhague), “Por qué ha subido Hitler al poder?”...
Durante la guerra civil fue secretario del Consejo Interprovincial de
Asturias y León, presidido por Belarmino Tomás. Uno de sus artículos en el
diario socialista Avance apelaba a la
denuncia de la “sexta columna”, compuesta por frentepopulistas advenedizos y
desmoralizadores. Tras la caída del Frente Norte en 1937, fue nombrado primer
secretario de la Embajada de la República española en México, desempeñando
luego el puesto de encargado de negocios tras el nombramiento de Gordón Ordás
en mayo de 1938 para la embajada española en Cuba. Su activismo a favor del
Frente Popular desde su puesto diplomático fue objeto de polémicas con la
“honorable colonia” española y la derecha mexicana. El 31 de marzo de 1939, le
fue entregada la Embajada por Gordón Ordás, traspasando los fondos sobrantes a
Lucio Martínez Gil, que formaba parte de la delegación de la Comisión Ejecutiva
del PSOE en México. Loredo escribiría, más adelante, estando ya en el exilio en
México y Chile, donde ejerció de librero y cónsul honorario del país azteca entre
1941 y 1945, algunas monografías que recogían sus diversas conferencias y actos
de propaganda, como El general Prim en
México (1947), Jovellanos (1946) y La piedad
de Franco (1945). Murió en México, arrollado por una camioneta
gubernamental, el 18 de marzo de 1948.
Fuentes:
Boni Ortiz
(ed.), José Loredo Aparicio en el país de
los Soviets, Sama de Langreo, Fundación Nin, 2010.
Abdón Mateos,
“Gordón Ordás y la guerra de España desde México”, A. Viñas (dir.), Al servicio de la República, Madrid, M.
Pons, 2010.
Diccionario biográfico del socialismo
español
Andrés Saborit, Apuntes históricos
AM
A la ruptura de relaciones del gobierno mexicano con España para no reconocer a los golpistas triunfantes, José Loredo Aparicio se hizo cargo de la sede del Consulado –en la av. Balderas-cambiando su giro a convertirlo en el primer Centro Español.
ResponderEliminarEl bar lo administraba Luis Prieto hijo de Indalecio Prieto.