30 sept 2012

Puche Álvarez, José

JOSÉ PUCHE ÁLVAREZ
           
            José Puche Álvarez nació en Lorca (Murcia) el 31 de agosto de 1895. Tras el fallecimiento del padre, su madre volvió a casarse con un miembro de la burguesía catalana y la familia se trasladó a Barcelona. Estudió Medicina en la Universidad de Barcelona, durante los años comprendidos entre 1917 y 1922. El inicio de sus estudios se había retrasado por una estancia de cinco años en Argentina, donde la familia tuvo que asentarse por cuestiones laborales de su padrastro. Finalizada la carrera, preparó oposiciones como interno en el Hospital de la Santa Cruz y San Pablo y como alumno interno en la cátedra de Fisiología, abriéndose paso dentro de la especialidad de internista y de la investigación fisiológica. Puche se involucró en las actividades del Institut D’Estudis Catalans que regía la labor de los investigadores catalanas, de forma parecida a como lo hacía la Junta para la Ampliación de Estudios en el territorio nacional, con quien también entró en relación durante el período de preparación de su tesis doctoral en Madrid, entre 1922 y 1926.
            La Junta de Ampliación de Estudios había creado el laboratorio de Fisiología General, dirigido por Juan Negrín, en el cual colaboró José Puche durante su formación doctoral, entablando una relación de amistad con el profesor Negrín.
            Se doctoró en Medicina con la tesis El sistema nervioso autónomo en la regulación de la leucemia y ese mismo año, en 1926, fue nombrado académico de la Academia de Ciencias Médicas de Barcelona y, algo más tarde, pensionado por la Mancomunitat de Cataluña a las universidades de Gante, Libre de Bruselas, Utrecht y Lund entre 1928 y 1929.
            Obtuvo por oposición la cátedra de Fisiología de Salamanca, pero un año más tarde se trasladó a Valencia, para ocupar la vacante de Fisiología, donde se integró definitivamente en la vida universitaria valenciana, publicando un buen número de artículos de investigación y colaborando en la revista Crónica médica, de cuyo comité de redacción pasó a formar parte.
            La Facultad de Medicina fue durante los años finales de la dictadura de Primo de Rivera uno de los focos de oposición más activos. La implantación de la Federación Universitaria Escolar (FUE) en la Universidad de Valencia tenía especial relevancia en la Facultad de Medicina, donde se concentraban una serie de profesores progresistas y los alumnos más implicados en la FUE.
            El 13 de abril de 1931, un grupo de alumnos de la FUE constituidos en Asamblea General, eligieron una junta provisional de gobierno que se incautó del edificio de la Universidad. La situación creada fue comunicada a la junta provisional republicana, comunicando que harían entrega del centro cuando se atendiera a sus reivindicaciones básicas. El Gobierno provisional de la República designó a Mariano Gómez para normalizar la situación, quien constituyó una junta provisional de gobierno formada por profesores y alumnos hasta la elección democrática del claustro rector de la Universidad. Entre los profesores de la junta provisional estaban José Puche,  José María Ots,  Luis Pericot, y Fernando Ramón, junto a un grupo de alumnos de la FUE. Con la elección del claustro dirigido por Mariano Gómez quedaba zanjada la situación.
            José Puche fue el único catedrático de Fisiología hasta la Guerra Civil y sus colaboradores fundamentales fueron su alumno Manuel Usano y el urólogo Víctor M. Mollás.
            Fue nombrado gobernador civil de Palencia en 1932, ocupando el puesto durante algunos meses, por petición del gobierno de la República, aunque pronto volvió a sus obligaciones en la Universidad. Ese mismo año fue elegido numerario de la Sociedad Española de Historia Natural, y participó activamente en la labor de renovación pedagógica propugnada por un grupo de profesionales de la docencia, que coincidieron en la fundación en Valencia de la Escuela Cossío.
            Con el triunfo electoral del Frente Popular, la junta directiva de la FUE pidió la destitución del rector, Fernando Rodríguez Fornos y José Puche fue nombrado provisionalmente rector de la Universidad por una representación de los estudiantes. El nuevo ministro de Instrucción Pública y Bellas Artes, Marcelino Domingo, lo confirmó en el cargo y fue posteriormente elegido por el claustro universitario.
            Nuevamente ratificado en su puesto como rector el 19 de agosto, tras la depuración en las universidades de la zona republicana, inmediatamente después del golpe militar, continuó atendiendo las tareas propias del rectorado, siendo nombrado además presidente del Patronato del Centro de Estudios Históricos del País Valenciano, presidente de la junta local del Tesoro Artístico de Valencia, presidente del Patronato de Cultura y Consejero de Instrucción Pública.
Finalmente fue enviado a Madrid y nombrado director del Instituto Nacional de Higiene y Alimentación, para poner orden en el abastecimiento y mejora de la subsistencia de la población civil de Madrid, desabastecida desde el inicio de la batalla de Madrid en noviembre de 1936. Organizada la situación, volvió a Valencia donde continuó realizando sus funciones como rector.
En 1938 fue nombrado responsable de la Sanidad del Ejército de Tierra y posteriormente de todos los ejércitos, por su amigo y jefe del gobierno, Juan Negrín, cargo que desempeñó hasta que salió de España en un avión desde Elda, el 6 de marzo de 1939, junto a miembros del gobierno.
También a las órdenes de Juan Negrín, se puso al frente del Servicio de Evacuación de los Refugiados Españoles (SERE) en París y posteriormente, se trasladó a México para la organización de la llegada de los refugiados políticos a ese país, dedicándose a esta única tarea durante cuatro años.  En el desempeño de esa tarea asumió la dirección de los Laboratorios Industrias Químico-Farmacéuticas, creados por el Comité Técnico de Ayuda a los Refugiados, y de la gerencia de la Financiera Industrial Agrícola, lo cual le obligó a mantenerse alejado de la docencia y la investigación universitarias.
En 1941 se creó el Ateneo Ramón y Cajal en el que se reunieron las figuras más importantes de la medicina española en el exilio, entre ellas la de José Puche que presidió, además, durante una temporada el Ateneo Español del México.
En 1943 se incorporó como profesor de fisiología en el Instituto Politécnico Nacional e impartió sus clases hasta 1946. En 1947 fue nombrado profesor de fisiología de la Escuela de Medicina de la UNAM, donde ocupó las cátedras de Fisiología General hasta 1958, y de Fisiología Humana hasta 1965, fecha en la que se jubiló. A partir de su jubilación y hasta el momento mismo de su muerte, Puche obtuvo un contrato como investigador en el Departamento de Fisiología de la UNAM.
En enero de 1952 fue fundada la Sociedad Mexicana de Ciencias Fisiológicas donde colaboró, dedicándose a las tareas de organización de los congresos anuales llevados a cabo por la Sociedad.
Entre 1968 y 1970 se encargó nuevamente de la dirección y organización de Cursos para la Formación de Profesores de Fisiología. Fue elegido coordinador de las actividades de investigación y se le designó la preparación del personal académico y la supervisión de la enseñanza impartida a los aspirantes al grado de maestro y de doctor. Como coordinador, participó en  las tareas del Consejo de Profesores Investigadores de Ciencias Biomédicas de la UNAM desde 1974, donde fue secretario en 1976 y presidente en 1978.
Sus investigaciones no finalizaron hasta el momento de su fallecimiento, el 3 de noviembre de 1979 en la capital mexicana, donde había decidido permanecer tras la muerte de Franco, considerando que el proceso de Transición en España no respondía a la necesaria ruptura política que hubiera devuelto la justicia a su generación. Dejaba para la posteridad una ingente obra de investigación en Medicina y en Fisiología, en gran parte fruto de su trabajo en los cuarenta años de su exilio mexicano.


MA

3 comentarios:

  1. Cuando el Dr. Puche estuvo perdiendo el tiempo en Francia en lugar de ir rápidamente a Méjico para hacerse cargo del envío en el yate “Vita” de lo salvado de la “Caja de Reparaciones” selló el porvenir de muchos refugiados.
    Desgraciadamente por un error del presidente Lázaro Cárdenas se le otorgo a Indalecio Prieto el disfrute de esos fondos lo cual dejo varados en Francia a muchos republicanos.
    Al final de su vida se dio cuenta del “todo bien atado” que significaba la llamada “transacción” y mantuvo una posición que recupera en gran parte su memoria y perdona sus errores

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    1. Perdon solo una aclaración, no fue un error del General Lazaro Cardenas del Rio,, el Dr. Puche llego con atraso de varios dias a la recepción del VITA,en el puerto de Veracruz a lo que el capitan del yate el Sr. Ordorika al ver que nadie iba por el tesoro, fue a la Ciudad de México y se lo hizo saber al Embajador de la Republica Española, que era Indalecio Prieto, el cual se lo comunico al General Cardenas quien dio la autorización para que recogiese el cargamento. Referente a lo que usted dice que dejo varados, no dejo a nadie varado, de 400,000 refugiados que fueron a Francia en los primeros seis meses volvieron cerca de 330,000 a España, los que quedaron la gran mayoria eran funcionarios, militares, escritores, profesionistas y un gran etc. que gracias al SERE DR. Negrin y a la JARE Indalecio Prieto emigraron cerca de 40,000 America, ahora bien tanto la JARE como el SERE, con el dinero español, realizaron los tesoros en dolares y pesos mexicanos, con el que se pudieron abrir escuelas, la SERE el Colegio Luis Vive, y la JARE el Colegio Madrid, se abrieron empresas las que casi todas fueron a la ruina total Quedo de usted

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    2. a tomar por cu lo, yo te quito lo estreñido y te rasuro ese greñero que tienes en el oje te, para que te entre tu dildo hasta el fondo. VIVA FRANCO¿ VIVA LA MUERTE!!!

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